EL TRIÁNGULO DEL TIEMPO

en el rígido triángulo formado por
el presente, el pasado y el futuro.
Estamos tan acostumbrados a vivir dentro de esta geometría,
que no logramos percibir lo que realmente es.
Y cuando osamos hacerlo, nos confundimos, nos perdemos,
y optamos por dejarlo así.
El Tiempo nos atemoriza
porque marca los cambios de todos nuestros principios y finales.
A cada instante, el Tiempo nos recuerda: “todo llega y todo pasa”.
Sin cesar, el presente se vuelve pasado, sin morir.
Y el futuro se hace presente para, sin pausa, convertirse en el pasado.
Ese es el imponderable triángulo del Tiempo,
donde lo único aparentemente real
es el presente.
el presente, el pasado y el futuro.
Estamos tan acostumbrados a vivir dentro de esta geometría,
que no logramos percibir lo que realmente es.
Y cuando osamos hacerlo, nos confundimos, nos perdemos,
y optamos por dejarlo así.
El Tiempo nos atemoriza
porque marca los cambios de todos nuestros principios y finales.
A cada instante, el Tiempo nos recuerda: “todo llega y todo pasa”.
Sin cesar, el presente se vuelve pasado, sin morir.
Y el futuro se hace presente para, sin pausa, convertirse en el pasado.
Ese es el imponderable triángulo del Tiempo,
donde lo único aparentemente real
es el presente.